Una de las claves de que nuestros tomates Divino se hayan convertido en sinónimo de tomate de calidad es, además de la indiscutible calidad propia del tomate, con un sabor y aroma inigualables, nuestro empeño diario en que lleguen al punto de venta como recién cogidos de la planta.
Y en realidad, casi es así ya que el periodo de tiempo desde que se recolectan hasta que llegan a la frutería o lineal de fresco del supermercado es siempre el mínimo.
Para ello, todos los días, nuestros trabajadores agrícolas recorren diferentes sectores de los invernaderos para recoger los tomates maduros perfectos. De la recolección pasan directamente zona de temperatura controlada de nuestra sala de envasado, donde se elaboran y envasan con delicadeza y de forma personalizada. Y…. enviados rápidamente el mismo día.
Recolección diaria, envasado a diario y transporte diario.
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